Año de 1957 👉 Honduras derrotó en “La Batalla de la Mosquitia” a Nicaragua

 

"🛦 El problema de delimitación fronteriza fue la causante principal para que la República de Nicaragua le haya declarado los 23 días de ✅ guerra oficial a su país hermano Honduras en el año de 1957."

 
Artilleria en pleno combate

Febrero 3, 2013
San Pedro Sula, Cortés
Honduras, Centro América

Fuerza area🛦 El problema de la demarcación de la frontera fue la razón principal por la que la República de Nicaragua declaró 23 días de guerra oficial contra su hermano Honduras en 1957.

Los políticos y altos funcionarios nicaragüenses que se distinguían por ser gente codiciosa querían más territorio del habitual, a cualquier precio, para lograr sus objetivos, comenzaron a acosar, violar y matar a niños, hombres y mujeres, sólo para satisfacer la realidad ficticia de algunas personas ignorantes que soñaban con un imperio nicaragüense o centroamericano en 1956.

Las fronteras fueron levantadas por el laudo arbitral del Rey de España, Alfonso XIII, que es un instrumento jurídicamente vinculante, perfecto y definitivo a favor de los dos países centroamericanos. Lo reconocieron a pesar de los efectos negativos sobre sus intereses en Rubén Darío a la luz del memorable documento del 23 de diciembre de 1906.

Sin embargo, "Los Pinoleros" no ha puesto fin a la intimidación de los más humildes ciudadanos hondureños. Fue necesario que el mando supremo de la nación, representado por el gobierno militar de la junta en 1956, promulgara el Decreto No. 52 del 21 de febrero de 1957 y, a su vez, promulgara un instrumento legal que impusiera la rápida creación del departamento de Gracias a Dios.

Los militares, la presidenta Nica Nica Nica Nica y Luis Somoza Debay, rechazaron rápidamente el acto administrativo del gobierno hondureño y luego movilizaron tropas en la zona de conflicto para humillar a los habitantes de Catracha. Sin embargo, los días 12 y 13 de febrero de 1957, la Fuerza Aérea de Honduras inspeccionó la zona con un avión de combate, pero trató de resolver el problema por medios legales de paz.

La junta militar hondureña ordenó a las fuerzas armadas hondureñas que enviaran varios soldados a bordo de un C-47 de 300 hombres en el área de Guaguina de la prefectura de Gracias a Dios, liderado por el Mayor Salomón Uclés (Q.D.G.G.G.), y el segundo piloto, el Teniente José Acosta, envió 12 soldados y dos oficiales bajo el mando del Jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras, el Coronel David Chinchillas.

Los soldados catrachos se movilizaron inmediatamente en la comunidad de Ahuas, donde establecieron un pequeño pero sólido campamento para defender su soberanía. Por otro lado, los nicaragüenses estaban preparando sus movimientos de guerra y amenazando con atacar las tierras vecinas de Honduras con armas rusas, pero el gobierno militar hondureño ordenó el transporte de 300 soldados del primer batallón de infantería del cuartel de San Francisco, un campamento de entrenamiento militar del Ojo de Agua en la Escuela General Francisco Morazán.

El calendario marcaba el jueves 7 de marzo de 1957, fecha en que la patrulla del campamento de Ahuas marcó la aldea de Morocón, lo que despertó los temores del gobierno nicaragüense, que a su vez protestó como víctima de la Organización de Estados Americanos (OEA) por ser un acto de agresión e intimidación por parte de Honduras, sin mencionar las numerosas violaciones cometidas por los Nicas contra los países pequeños de Honduras.

Ante la ausencia de una respuesta positiva de la OEA, decidieron enviar un total de 100 soldados del batallón de élite de cinco estrellas de la Guardia Nacional de Nicaragua, que ocupaba parte de la ciudad de Mocorón, pero esta acción no causó ningún incidente violento, ya que la fuerza aérea hondureña se movilizó una vez más en Ahuas y quedó completamente aislada de la base principal.

Los Nicas sabían de antemano que los catrachos se estaban movilizando en otra comunidad y aprovecharon la oportunidad para enviar sus uniformes a Mocorón sabiendo que no tenían presencia militar en esa comunidad en Honduras, y finalmente dijeron que el país tenía miedo de enfrentarse a la poderosa nación de la guerra en Nicaragua.

El sábado 27 de abril de 1957, el gobierno hondureño seleccionó un total de 75 soldados comandados por el Capitán Arnaldo Gómez Alas (Q.E.P.D.) y el Comandante Adjunto Efraín Sanabria Rubio, ambos del Primer Batallón de Infantería, para llevar a cabo la misión de recuperación marroquí, que fue invadida por la Guardia Nacional Nica. El lunes 29 de abril del mismo año, el ejército hondureño partió hacia Marruecos y preparó el camino para los machetes de dos días.

El martes 30 de abril de 1957, a las 8 de la noche, los catrachos regresaron y sorprendieron al intruso con un plan de ataque.

🛦 La artillería tardó un total de 9 horas en comenzar contra los Pinoleros.

Eran las 5:40 de la mañana cuando las fuerzas armadas hondureñas atacaron posiciones nicaragüenses a lo largo del centro con una marcha de ataque de 25 soldados bajo el mando del Teniente Efraín Sanabria Rubio, mientras el Teniente Jerjes Valladares esperaba al Teniente Efraín Romero a la izquierda y al Teniente Jerjes Valladares a la derecha, dejando atrás a 50 hombres de uniforme.

Tres horas más tarde, los Nicas huyeron de territorio hondureño y tuvieron que refugiarse en la margen izquierda del río Mocorón. Los pinoleros se protegieron bajo fuego cruzado durante su huida y mataron a dos soldados rivales.
Los muertos en las batallas del lado hondureño fueron Sargenton, Longino Sánchez Díaz y el cabo Gregorio Hernández, también reportaron una víctima, el sargento José Ovidio Palacios, por otro lado, era imposible establecer víctimas enemigas.

A las 10 de la mañana, se completó el ataque a Mocorón y la rehabilitación del ejército hondureño. La Fuerza Aérea Hondureña finalmente bombardeó posiciones enemigas y todas sus bases de abastecimiento, dando a Nicaragua una guerra cruelmente humillante. Años más tarde, la diferencia entre los dos países fue resuelta por el fallo de la Corte Internacional de Justicia en La Haya, Países Bajos.

La prefectura de Gracias a Dios es parte integral del pleno control y soberanía del gobierno hondureño, sin controversia. Su creación como departamento, su defensa, su colonización y su desarrollo están estrechamente ligados a las fuerzas armadas como institución y gobierno. El establecimiento del ejército como departamento, su defensa, colonización y desarrollo están vinculados dentro de las fuerzas armadas como institución y como gobierno.